TAIZÉ

"Hacia una nueva solidaridad"

2012-2015 : Un camino de tres años

 

En el encuentro de Berlín, el hermano Alois explicó el sentido de caminar durante tres años «hacia una nueva solidaridad» :

Con la Carta de 2012, desearía animar a todos los que la lean a darse más cuenta de la solidaridad humana y a vivirla más. Cuando hacemos la experiencia de la solidaridad con los demás, estén lejos o cerca, la experiencia de pertenecernos los unos a los otros, de depender unos de otros, nuestra vida encuentra sentido.
 
En una época en la cual a menudo se pregunta « ¿Cuál es realmente el sentido de mi vida? » Los hermanos de nuestra comunidad deseamos decir con claridad: éste se encuentra en la solidaridad con los demás, vivida mediante actos concretos. Una solidaridad así permite presentir que existe un amor que nos sobrepasa, ella nos lleva a crear en el amor de Dios por todo ser humano que existe.
 
Solidaridad y confianza en Dios: estos dos valores que hemos comenzado a meditar en Berlín son tan importantes que vamos a tomarnos tres años para profundizar más en ellos. ¿Por qué tres años? Porque construir algo lleva su tiempo. Porque estas cuestiones requieren perseverancia. De hecho, ellas pueden constituir un auténtico proyecto de vida.
En agosto de 2015, tendremos un encuentro por la solidaridad en Taizé para poner juntos nuestros descubrimientos y tomar impulso.
 
No se trata de realizar acciones espectaculares. En la historia de la humanidad, ha habido personas, que por su fidelidad y su perseverancia humilde, han tenido una influencia duradera en los acontecimientos.
 
Vivir la solidaridad es en primer lugar una actitud interior. Para algunos de vosotros, los momentos de silencio y de oración puede que lleguen a hacerse más indispensables.

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¿Por qué una «nueva solidaridad»?

La « nueva solidaridad » no es el opuesto de una « antigua solidaridad » que actualmente habría sido superada, ella corresponde más bien a una renovación, a una « dinámica de lo provisional » que impulsa al creyente hacia adelante, hacia nuevas superaciones.

Ya en libro de Isaías, leemos: « No os acordáis de lo pasado, ni caéis en la cuenta de lo antiguo. Pues bien, he aquí que yo lo renuevo: ya está en marcha » (Isaías 43,18-19). Desde una perspectiva cristiana, esto encuentra una resonancia muy particular en el misterio de la Encarnación. Al enviar a Cristo a la tierra, Dios, se hace plenamente solidario con toda la creación. Hoy, somos por tanto invitados a compartir con los demás, de manera siempre nueva, lo que recibimos de Dios, por la mediación de Cristo.

« Por su cruz y su resurrección, Cristo ha inaugurado una nueva solidaridad entre todos los seres humanos. En él la fragmentación de la humanidad en grupos opuestos ha sido ya superada, en él todos constituimos un sola familia » (Carta 2012). A la luz de la Resurrección, toda la vida de Jesús, hasta su muerte en la cruz, aparece como un inmenso acto de solidaridad hacia la humanidad, que tiene su origen en Dios.


La « nueva solidaridad » quiere, a su vez, invitar a los cristianos de todas las edades y de toda procedencia a cuidar los unos de los otros y a expresar de forma concreta un amor fraternal y una solidaridad mutua. En esta búsqueda, los planteamientos universales y las acciones más concretas no se oponen, más bien al contrario se complementan. Como dijo el hermano Alois una tarde a los jóvenes reunidos en la iglesia de la Reconciliación:

¿Cómo mantenernos en pie en la tensión entre la convicción de que sólo hay una única familia humana y las divisiones que vemos, a veces incluso en nuestro entorno más próximo?
 
Pensemos ahora en tantas personas que se dan generosamente sin medida. Podríamos rezar por las que conocemos, o por las que no conocemos, y que, a menudo humildemente, dan su vida por los demás. Ellas son como el alma de nuestras sociedades, mantienen viva la llama de la esperanza, dan testimonio de que la bondad humana es más fuerte que el mal.
Última actualización: 10 de septiembre de 2012

Los próximos temas que trataremos serán

  • la acogida de refugiados y de inmigrantes
  • el diálogo interreligioso
  • el respeto de las minorías étnicas en el mundo.

Si deseáis compartir una experiencia concreta en relación con alguno de esos temas, podéis escribir a echoes taize.fr.