Yambio es la capital del Estado de Ecuatoria Occidental, al sur del país, en el bosque que se prolonga hasta el Congo y en África central. Un sacerdote nos cuenta: « en nuestra región, hemos acumulado las pruebas: hubo una guerra, luego los abusos de la Lord`s Resistance Army. Muchos están aun traumatizados y no quieren regresar a sus aldeas. Los jóvenes son numerosos, listos para comenzar a trabajar. Solo necesitamos formarlos, educarlos, poder desarrollar su potencial. Pero el 80 % de ellos no fueron a la escuela y no tienen trabajo. ¿Cómo hacer con aquellos que tienen más de veinte años para darles un objetivo en sus vidas? »
Rumbek está en el corazón de la región de dinka. La puerta de la habitación del Padre Colombo, administrador de la diócesis, donde vive y trabaja, está siempre abierta. Luego de algunos minutos donde se percibe un gran cansancio, su discurso cobra vida y la pasión por la misión surge. El nos explica: « Solo para la parroquia de Rumbek se necesitarían unas veinte capillas, las necesidades pastorales son muchas. También está la formación de los seminaristas. Estoy en África hace décadas, y este es el lugar más duro y pobre que he estado. »
John Mathiang es uno de los tres sacerdotes dinkas de la diócesis de Rumbek, ayudó a fundar una escuela primaria que acoge, además de los niños de la aldea, los niños de los repatriados del norte en vias de integración. « El ministerio de educación solo asegura dos puestos a profesores, dice, para los otros pedí a jóvenes graduados de la escuela secundaria que aseguren una enseñanza de forma voluntaria. Gracias a la Operación Esperanza pudimos construir un lugar para almacenar la comida y preparar el desayuno para los niños. Es una fuerte motivación para que vengan a clases. En sus hogares muchas veces solo tienen una sola comida al día. Además, seguimos construyendo aulas para aquellos que aún tienen aulas bajo los árboles, en Karité. »
Desde hace dos años, cerca de un millón de refugiados de la guerra civil regresaron a Sudán del Sur, ya independiente. Subieron el Nilo en barcazas y luego fueron encaminados en camiones. Son originarios de la región, pero la mayor parte de ellos nunca vivieron aquí. Nacieron al norte, en los campos, alrededor de Khartoum y hablan dinka con dificultad y aún no se han integrado en la sociedad tradicional. « Vamos a tener que integrarlos poco a poco, los niños ya vienen a la escuela primaria » explica John Mathiang.
En todas partes los jóvenes expresan su deseo de formación y estudio y la voluntad de trabajar, si alguien se lo da. El establecimiento de redes y planes de desarrollo es una cuestión de unos años. Las necesidades son tales que todos tendrán algo para hacer. ONGs, agencias de la ONU, institutos religiosos e incluso la administración local propone estrategias, medios, personal generoso y calificado. Es notable que muchos de estos jóvenes son conscientes de la necesidad de profundizar sus fundamentos personales en vista de construir sus vidas y servir a su comunidad y su país. Sienten que la fe y una comunión con Cristo es fundamental para establecer de manera solida y duradera esta referencia. Son capaces de descubrir que la reflexión de un texto bíblico, que una oración de escucha son los caminos por los cuales Dios nos puede iluminar y permanecer en nosotros. Un acompañamiento, una experiencia compartida pude animarlos y los confirma.
- Población estimada cerca de 12 millones de habitantes.
- La esperanza de vida : 42 años.
- 73 % de analfabetismo, 1,6 % tiene acceso a la escuela secundaria.
- 50 % de la población vive por debajo del umbral de la pobreza