Bangladesh: La unidad significa estar preparados para trabajar juntos
Rafayel, un joven de Bangladesh, nos hace llegar sus reacciones al tema de la comunión visible de los Cristianos, desarrollado por el Hermano Alois en sus “Propuestas para 2014”.
Para mí, la búsqueda de la unidad significa compartir, ayudarnos los unos a los otros. Significa llegar a acuerdos, comunicar para trabajar por la paz; también significa ayudar a que otros tengan éxito en la vida. Cuando estamos listos para trabajar juntos, podemos hablar de buscar la unidad. En Bangladesh, hay muchas divisiones entre las personas, entre grupos étnicos y religiosos, hay mucha oposición entre los partidos políticos, que a veces incluso resulta en violencia. La mayoría de gente, organizaciones e incluso de confesiones Cristianas, están muy pendientes de sus propios intereses.
Como Cristiano, trabajo para despertar el deseo por la unidad entre los jóvenes. Proceden de diferentes Iglesias, grupos étnicos y también de diversas religiones. Cada fin de semana, viajo para visitar a gente joven de diferentes parroquias, para reflexionar conjuntamente sobre los temas de la unidad y las relaciones interpersonales. La idea es hacerles más conscientes del sentido más profundo de la vida. Organizamos momentos de oración, actividades creativas, juegos, y también tomamos parte en las tareas prácticas. También hay tiempo para compartir acerca de la Biblia o de otros textos religiosos. Después de una introducción y un tiempo de discusión en grupos de dos o tres personas, todos pueden decir lo que piensan delante del grupo entero. Algunos de los tópicos que tratamos durante las sesiones son: ¿quién soy yo? ¿Cuál es el sentido de mi vida? Y de nuevo: el amor de Cristo, las barreras que descubrimos que existen en nuestras vidas, la búsqueda de la unidad, la sociedad y el trabajo por la paz.
Los líderes pastorales de la zona se alegran de unirse a nosotros y me animan mucho. Algunas veces, tengo la oportunidad de compartir momentos con líderes religiosos locales – pastores, sacerdotes, imanes. Así que trabajo con mucha gente joven de diferentes afiliaciones religiosas, con Hindúes y Musulmanes, así como con Cristianos.
Al tomar parte en este programa y compartir con otras personas acerca de la cuestión de la unidad, espero que los jóvenes y sus líderes religiosos puedan dar un paso hacia los demás, y darse cuenta de que ésta es una cuestión candente que requiere el compromiso de todos nosotros, para poder llegar a un mejor entendimiento entre miembros de diferentes iglesias y religiones y, en consecuencia, para poder llegar a un mejor entendimiento dentro del conjunto de la sociedad.
Sri Lanka: Los desafíos que enfrentan hoy los jóvenes
Capellanes de los estudiantes de una universidad en Colombo reflexionan juntos sobre los jóvenes a su cuidado.
Estudiantes y jóvenes en Sri Lanka deben enfrentar hoy retos como el resto del mundo. Nosotros quienes estamos involucrados en la educación somos capaces de reconocer estos desafíos a través de nuestra constante interacción con los jóvenes en nuestras escuelas. Sri Lanka ha sido testigo de dos violentas revueltas juveniles, en 1971 y 1988-89, las cuales fueron reprimidas sin piedad por el estado. Hoy no se tiende hacia una revuelta armada, pero ciertamente hay mucha insatisfacción. La ira y frustración son fomentadas por una cultura de violencia y por la criminalidad que caracteriza a un país después de una guerra.
Debemos acompañar a estos jóvenes que han sido desorientados y confundidos por la guerra desatada por más de 30 años. Desde un punto de vista « físico », se podría decir que esta guerra ha terminado, pero el trauma mental y psicológico y los efectos posteriores continúan – no hay paz. Miedo, sospecha y odio nos acechan. Detrás de una fachada de « normalidad » hay un esfuerzo superficial de continuar con la vida. En un esfuerzo vano de dejar atrás un pasado doloroso y lleno de culpa, nos comprometemos con una espiritualidad irreal. Necesitamos desarrollar una espiritualidad auténtica.
Japón : el tsunami de 2011 y sus efectos a largo plazo
De Michio
El camino a la reconstrucción después del desastre aún es largo. Muchas personas están viviendo en alojamientos temporales, no sé cuándo las víctimas podrán moverse a casas reconstruidas. Dicen que tardarán 10 años para reconstruirlas todas. En el pueblo de Minamisanriku, el 62% de las casas fueron llevadas por el tsunami. Hay muchos pescadores que no pueden comprar un bote para pescar por los efectos radiactivos. Para el futuro, tendremos que pensar seriamente cómo vivir en la Tierra y co-existir con la naturaleza. Creando una relación de servicio desde el corazón, me gustaría pediros que recéis por nosotros, mientras avanzamos hacia el futuro con esperanza.
De Kimiko
Uno de los mayores retos estos días para los jóvenes en Japón es saber cómo podemos continuar nuestro camino de confianza con nuestros países vecinos. Después del desastre del tsunami, cuando estábamos en problemas, nos sentimos que estábamos muy cerca el uno del otro. Sin embargo, yo siento que ha habido cambios rápidos desde entonces en nuestra relación con esos países, especialmente con China y Corea.
Hasta ahora, estos sentimientos venían de las generaciones anteriores, pero ahora se están extendiendo entre las generaciones más jóvenes que no están interesadas en la política. Yo creo que todo esto surge por la desesperación y un enorme miedo de un futuro incierto.
De Yuri
Participé por primera vez, de un retiro de dos días con un hermano de Taizé en Shimonoseki. Había querido participar en este tipo de encuentros desde hacía mucho tiempo, después de conocer sobre la comunidad en la base de los voluntarios en Yanekawa, donde trabajé con las víctimas del tsunami. Durante el retiro, me di cuenta lo lejos que estaba de pasar mi tiempo en silencio en mi vida diaria. Me di cuenta que el silencio nos ayuda mucho a abrir nuestro corazón en oración. Muchas de las personas que estaban en el retiro eran personas que nunca había visto antes. Sin embargo, después de dos días veía sonrisas gentiles en sus rostros, antentos unos con otros. Yo sentía que había compartido mucho en la oración, incluso sin hablar. Cada uno de nosotros, aunque a menudo es invisible, tiene una sed escondida de un amor muy sencillo para los demás.
De Keiji
El mayor problema entre los jóvenes japoneses es que ellos no tienen nada fiable, nada digno de su confianza, aunque en lo más profundo de cada uno es esto de lo que realmente están sedientos. En una sociedad extensamente secularizada, la religión no es generalmente algo en lo que ellos puedan realmente creer o confiar. Además, con una situación económica más difícil su futuro es muy incierto.
Así, cada vez más jóvenes llegan a tener una especie de racismo sofisticado, especialmente cuando se enfrentan con algunos problemas territoriales entre Japón y los países vecinos. Creo que este tipo de ideología puede ofrecerles una muy simple respuesta que les da la ilusión de seguridad. El reto para ellos es encontrar algo realmente fiable y redescubrir la confianza en sus vidas. Es cada vez más demandante para ellos construir confianza y reconciliación entre Japón y sus países vecinos.
Basado en el Evangelio, me gustaría sembrar semillas de confianza y compartir la esperanza de que todos somos realmente aceptados y amados tal como somos. Esta es verdaderamente una gran esperanza para los jóvenes y niños de Japón, porque ellos están realmente sedientos de esa realidad, pero no tienen forma de encontrarla. No es fácil, pero esto es lo que trato de hacer – no solo con palabras, pero también a través de quien soy y dando oportunidades de experimentar la comunidad de maneras humildes y sencillas.