TAIZÉ

Arzobispo Tutu y Taizé

 

El 3 de Agosto de 2017, dos hermanos se encontraron con el Arzobispo Desmond Tutu en Volmoed, un centro ecuménico de retiros en la región del Cabo Occidental.

Se acordaba de su primera visita a Taizé : “Visité Taizé en 1979, cuando era Secretario General del Congreso Sudafricano de las Iglesias. Me sentí profundamente emocionado al encontrarme entre cinco mil jóvenes de todos los rincones del mundo, reuniéndose y traspasando barreras de lengua y cultura, encontrando su humanidad común en la búsqueda de Dios, compartiendo la oración y el canto. Taizé es un lugar de acogida, de hospitalidad, de apertura y confianza. Después de leer un pasaje del libro del Apocalipsis durante la oración en la Iglesia de la Reconciliación, tuve la idea de preparar una peregrinación de jóvenes sudafricanos. Era imposible organizar un viaje de 144.000 personas, pero organicé un grupo de 144 jóvenes de todas las razas e iglesias, para prefigurar el rostro de nuestro país tal y como lo deseábamos. Sin tardar, a partir de una desviada y dividida Sudáfrica, jóvenes de todas las razas hicieron la peregrinación hacia Taizé y volvieron con nueva esperanza, nueva confianza, habiendo experimentado una profundización y un estímulo de su vida interior. No se me permitió partir con ellos del país porque mi pasaporte fue confiscado, pero el obispo Bruce Evans les acompañó.

Arzobispo Tutu y el Reverendo Edwin Arrison con los hermanos Luc y Norbert en Volmoed, Agosto de 2017.

Usted sabe cómo Taizé ha influenciado la oración de muchas personas al rededor del mundo. Dios usó Taizé de diferentes maneras pero ninguno podría haber predicho un impacto tan significativo. En Taizé, la gente entiende que ellos pueden convertirse miembros de una sola comunión incluso si provienen de comunidades diferentes. Podemos agradecer a Dios por ustedes, porque obedecieron a su llamado”.

Las palabras que el Arzobispo Tutu usó para saludar a los participantes de la Peregrinación de Confianza en Johannesburgo, 1995, son aún relevantes hoy: “Justo ahora en nuestro país, necesitamos desesperadamente aprender a escucharnos unos a otros para fomentar confianza entre nuestra gente diversa. Para construir una nación, necesitamos fortalecer nuestros recursos interiores. Nuestra nueva libertad trae consigo muchas responsabilidades. Juntos tenemos que proteger esa libertad y construir una sociedad amante de la paz que beneficiará a toda su gente. No podemos esperar que otra persona haga que esto suceda. Depende de cada uno de nosotros aventurarnos en la fe, para obtener apoyo en la reconciliación y construir un puente que nadie creía posible. En la oración encontramos la energía para construir, para emprender. La oración crea el clima en el que podemos encontrarnos y crecer para amarnos unos a otros.

La oración está en el centro de todo lo que sucede en Taizé. El estilo simple y distintivo de los oficios, los símbolos y las canciones se han extendido a muchas iglesias de todas las denominaciones, enriqueciendo la liturgia y animándonos a explorar la oración del silencio y la meditación.

Cientos de jóvenes han viajado desde Sudáfrica a Taizé; Ahora, maravillosamente, la Peregrinación de la Confianza de Taizé ha llegado a Sudáfrica. Exhorto a los jóvenes, especialmente, a aprovechar esta oportunidad para ir juntos hacia las fuentes de la confianza en Dios, para prepararse a llevar la confianza y la reconciliación donde más se necesitan ".

Última actualización: 26 de octubre de 2018