El hermano Alois, acompañado de dos otro hermanos, estuvo en Moscú entre el 28 de mayo y el 2 de junio. Tenía la intención de comunicarle al patriarca Alexis II el deseo de la comunidad de Taizé de continuar su camino, de gran proximidad y profunda confianza, con la Iglesia ortodoxa rusa: “El hermano Roger abrió esta vía, dijo, y nosotros quisiéramos caminar tras sus pasos. La Iglesia ortodoxa rusa ocupaba un lugar especial en su corazón. Tenia un respeto infinito por ella, a causa de las pruebas que ha atravesado, y siempre recordaba cuantos cristianos ortodoxos habían sabido amar y perdonar.”
- El hermano Alois ofrece al Patriarca Alexis II el chal que el hermano Roger utilizaba con frecuencia encima de su hábito
Los tres hermanos estaban conmovidos por la calurosa acogida que le habían reservado, el mismo Patriarca, el Metropolita Kirill (presidente del departamento de relaciones exteriores del patriarcado de Moscú) y sus colaboradores. El patriarca subrayó las buenas relaciones que existen entre la Iglesia ortodoxa rusa y la comunidad de Taizé. Recordó que él mismo tuvo la posibilidad de visitar Taizé y que había encontrado al hermano Roger en repetidas ocasiones.
Esta visita a Moscú es la cuarta que le hermano Alois ha hecho en los últimos meses, luego de su visita al Papa Benedicto XVI, al Patriarca ortodoxo Bartolomé de Constantinopla y al Consejo ecuménico de Iglesias que se dio cita en Porto Alegre, Brasil: “Con estas visitas quisiera mostrar que con nuestros hermanos buscamos apasionadamente la comunión entre todos los cristianos. En esta búsqueda de comunión, siempre descubrimos los tesoros que las diferentes tradiciones han guardado a lo largo de la historia. En Taizé quisiéramos contribuir a un verdadero intercambio de dones entre las grandes tradiciones cristianas”
- Metropolita Kirill y el hermano Alois
En Moscú, el hermano Alois, destacó los dones que los cristianos de oriente podrían compartir con los de occidente: “Uno de los secretos del alma ortodoxa está en la oración de adoración, donde la belleza de Dios se hace perceptible. Es a través de una semejante oración que los ortodoxos encuentran un acceso a los grandes misterios de la fe.”
Luego agregó: « Lo que es en verdad único reside en la experiencia de los cristianos que han sabido transmitir, de generación en generación, su amor por Cristo, en especial aquellos que han confesado su fe a pesar de arriesgar su vida. La memoria de estos testigos de la fe sigue viva en Rusia. Hemos encontrado personas que han sido macadas profundamente por estos testigos, o mismo, mártires”
- Encuentro con jóvenes adultos
Los hermanos participaron de la liturgia de la Ascensión, presidida por el Patriarca Alexis II y a diversas celebraciones en otras parroquias. Visitaron algunos lugares impactantes como Boutovo, donde durante los años 1937-1938 fueron fusilados más de 20.000 personas y el lugar donde el padre Alexander Men fue asesinado. La acogida en la Academia de teología de Moscú, Laura de la trinidad, les permitió de rezar en la catedral de la Trinidad, donde son veneradas las reliquias de San Sergio, allí donde baten los corazones de los creyentes rusos.
La última noche se encontraron con jóvenes de una parroquia ortodoxa y participaron en una oración. Para muchos de ellos era como si Taizé se acercara a su realidad cotidiana. Para los hermanos, la acogida recibida por parte de todos con quienes se encontraron quedará inscrita en sus corazones: “Desde el primer día, al entrar en una de las iglesias, nos sentimos acogidos por todos los que allí rezan, jóvenes, mujeres ancianas, todos parados frente a los iconos.”
Audiencia con el Patriarca Alexis II
Audiencia con el Metropolita Kirill
Cancilleria patriarcal