TAIZÉ

Vietnam

Noviembre 2007

 

Un hermano de la comunidad visita Vietnam cada año. En noviembre pasado fue invitado a participar en un encuentro de jóvenes que tuvo lugar a Haiphong.

Este encuentro reunía a los jóvenes de las 10 diócesis de Vietnam septentrional. Nunca este encuentro había acogido tanta gente: fue necesario utilizar el centro internacional de exposiciones, situado fuera de la ciudad, para acoger a los 13.000 participantes que vinieron para las grandes celebraciones.

Este gran encuentro estuvo precedido por un año entero de preparación no sólo material sino que aún más de una preparación espiritual.

Desde que estos encuentros de jóvenes tienen lugar en el Vietnam, una gran cruz pasa de una diócesis a la otra y de parroquia en parroquia. Eso da lugar a numerosos encuentros y oraciones.

El momento culminante fue una tarde de oración meditativa. Fue la ocasión para muchos jóvenes de vivir un tiempo de reconciliación.

En 2006

La visita anual que un hermano de la comunidad hace en Vietnam desde hace muchos años le da la posibilidad de ser el testigo de una vitalidad y de una creatividad de la Iglesia.

Desde la última visita a Saigón, se abrió un centro pastoral, dando la posibilidad a jóvenes laicos de venir a la noche y de seguir una formación teológica y espiritual. Una "casa de la Tradición" también se abrió in situ del seminario San José. Uno de los edificios antiguos se renovó completamente y alberga ahora numerosos objetos y documentos que narran la historia de la evangelización. Todo ha estado dispuesto para suscitar la atención y la comprensión de una historia que marcó mucho a la Iglesia de Vietnam. Un grupo de artistas se consagra a proseguir y completar este proyecto, comenzado hace numerosos años por un profesor del seminario que recogió gran parte de estos objetos

Además, en el primer piso, se dedican varias salas al arte religioso no sólo antiguo sino también moderno. Todas estas obras de valor crean una gran belleza y en consecuencia un clima que se abre a Dios. Y es en la capilla, también completamente renovada, que cada martes 150 a 200 jóvenes se encuentran para una oración meditativa inspirado por Taizé.

La visita a Hanoi se situaba esta vez en el momento de la conmemoración de los 116 mártires vietnamitas. Aquí también se comprende la importancia de la historia, de la cultura, y cuánto la fe se ha arraigado en ellas. La noche del 25 de noviembre, un espectáculo de gran calidad reunió varios centenares de personas para observar y escuchar una dramatización de la vida de los mártires, cada congregación religiosa lo hizo bajo un ángulo diferente. Uno de los momentos más fuertes fue la muerte de la única mujer, una joven madre de familia que prefirió morir antes que de rechazar su fe. Se entrecruzaba cada parte con cantos o entrevistas a jóvenes que contaban cómo vivían su fe en la vida diaria.

Esta tarde se prolongó y terminó, aquí también, con una media hora de oración meditativa con los cantos de Taizé. En algunos momentos, gracias a los jóvenes, la escena se transformó en santuario, con un gran silencio, la palabra del Evangelio, los cantos meditativos, y al centro la bonita cruz de madera roja que ya había servido para el encuentro de jóvenes, una media hora de paz...

Última actualización: 12 de febrero de 2008