Vivir lo inesperado
« Éramos muchos los que soñábamos desde hace tiempo un encuentro de jóvenes animado por la comunidad de Taizé en Andalucía. Intuíamos que podía ayudarnos en nuestras búsquedas y despertar preguntas de fondo: ¿cómo orientar la pastoral con los jóvenes?, ¿cómo seguir fortaleciendo la comunión y la amistad dentro de la comunidad eclesial?, ¿cómo seguir renovándonos como Iglesia para servir mejor a las personas de nuestra tierra?, ¿cómo desterrar de nosotros el desánimo y el cansancio que a veces nos paraliza? Y ¿cómo hacer crecer la esperanza y la confianza en Dios?
Una vez más el Espíritu Santo nos precede y acompaña. La Delegación Diocesana de jóvenes se puso a trabajar y con el esfuerzo de muchos esta nueva etapa de Peregrinación de confianza sobre la Tierra ha sido una hermosa y fecunda realidad.
Más de dos mil participantes procedentes de muchas diócesis españolas, numerosos cristianos sevillanos y una hermosa representación de jóvenes portugueses hemos rezado juntos en la catedral , hemos compartido la amistad y hemos reflexionado y dialogado sobre los desafíos de anunciar a Jesucristo y empeñarnos en la construcción de un mundo más justo y reconciliado asumiendo responsabilidades.
La acogida de Sevilla, fue, sin adjetivos añadidos, como los sevillanos: sencilla, cariñosa y muy generosa. Algunos sin saber muy bien qué era Taizé, abrían las puertas de su casa y también las de su vida a los jóvenes.
Una gran sorpresa fue el hecho de ver con que esmero los sevillanos se aplicaron al canto y al coro. La mayoría no había nunca cantado ni incluso oído los cantos de Taizé, sin embargo se pusieron manos a la obra desde enero. Fue a una joven portuguesa a quien se le confió la dirección del coro; en este fin de semana la armonía ibérica reinó y las diferencias fueron olvidadas, para hacer lugar a una amistad que hizo los momentos de oración tan bellos.
Los saludos de bienvenida de D. Carlos Amigo y del Hermano Alois centraron el encuentro. Ambos invitaron a todos a fijar la mirada en Cristo Resucitado, a rezar con la Sagrada Escritura y a vivir una experiencia de comunión y de búsqueda confiando plenamente en Dios. El prior de Taizé recordó con emoción que hace 30 años, el Hermano Roger lleno de entusiasmo, puso en marcha en Sevilla la iniciativa de peregrinar por toda la Tierra para hacer crecer en los jóvenes la confianza en Dios y en los demás.
Las preguntas que nos lanzaron fueron acogidas con emoción por todos. ¿Dónde encontrar las fuentes de la felicidad y el sentido de la existencia? ¿Os atrevéis a preguntaros con valentía como dar respuesta a los graves problemas que atraviesa la humanidad?. El interior de la hermosa catedral se convirtió en espacio para escuchar a Cristo y buscar respuestas y nuevos impulsos.
Sevilla tiene un color especial, dice la letra de una famosa sevillana. La luz, los colores y los olores de Sevilla son distintos. En las oraciones comunes lo “distinto” se manifestó en la eterna novedad del silencio: hubo otra manera de estar presente, de dirigirse a Dios, de relacionarse, una presencia austera y sencilla.
Finalmente el encuentro sirvió para renovar la invitación a la generosidad, a reavivar el fuego que hay en cada animador de pastoral, a hacer de la pastoral juvenil una prioridad de la Iglesia Española. La confianza en Dios, que encuentra su fuente en la acogida creyente de la Sagrada Escritura, debe llevaros al coraje para acoger la realidad tal como es y para atreveros a ir más allá. »