Clara es una joven valenciana de 22 años. Durante el encuentro de jóvenes que se celebró el pasado fin de semana en Sevilla, los días 8, 9 y 10 de mayo, fue acogida en Villa Teresita, una comunidad de tres hermanas que trabajan con mujeres de la calle, las acogen y viven juntas . "Estos tres días he podido descubrir a estas mujeres tan fuertes, mujeres que lo han pasado muy mal, pero que ahora ríen con cara de esperanza".
La dinámica del pequeño encuentro era el habitual de los encuentros: acogida en comunidades parroquiales, familias, escuelas y comunidades religiosas, en total más de 50 puntos de acogida en la ciudad, oraciones comunes en el centro de la ciudad y talleres para descubrir lugar de esperanza.
"Ya sé que la palabra Caridad no gusta, pero tenemos que recuperar el sentido auténtico de la palabra: amar a los demás." Marisa Pandele es desde hace más de 10 años la coordinadora de Cáritas del barrio de la Macarena. Un barrio golpeado durante las últimas décadas por la droga y la prostitución. Pandele pertenece a la parroquia de Omniun Sanctorum y vive su labor como algo más grande que un voluntariado: "No soy voluntaria, soy cristiana. Lo que intentamos es amar a la gente que nos pide ayuda y tratar de ayudar tanto como podemos " explicaba a un grupo de jóvenes el sábado por la mañana en los locales de la Hermandad de Los Javieres". El barrio ha envejecido y hay muchas personas que reciben pensiones mínimas.
El grupo de Cáritas de esa parroquia junto con el grueso de "Hermandades" de la ciudad de Sevilla, crearon hace pocos años, un servicio de distribución de alimentos de bajo coste, el "Economato Social", donde personas que son asistidas por la entidad, pueden adquirir a un 25% del precio de mercado, alimentos y productos de limpieza. La diferencia de coste es cubierta por las Hermandades que también facilitan voluntarios para que la iniciativa salga adelante.
Testimonios como estos salpicaron en diferentes momentos a los jóvenes: escuchar situaciones difíciles pero que pueden ser cambiadas y transformadas, es siempre estimulante para la vida de los jóvenes, que necesitan de referentes positivos, ahora más que nunca, cuando parece que la esperanza se esfuma en muchos lugares.
Jorge Morillo Martín, fundador de "Asociación Cultural y Social Educar en la Calle", que trabaja con niños en barrios marginales y asentamientos chabolistas de Sevilla a través del deporte, fue otro de los testigos, junto con la hermana Oblates Marisa Cotolí, que condujo un taller de danza contemplativa, la realidad de las "Hermandades" de la ciudad, o el testimonio de monjas de clausura, en su experiencia de silencio y oración, entre otros temas.
Lo que es "vivir lo inesperado"-lema del encuentro- en estas propuestas, era lo que más sorprendió a un joven de Sevilla, Alberto Montera, para el que era su primer encuentro de Taizé y del que no conocía antes casi nada. Fue invitado por su grupo de la parroquia de los Capuchinos terciarios. "Los testimonios de esperanza: no esperaba que fuesen gente normal como tú, testigos del día a día. En los talleres he encontrado a gente como tú, como yo, y no esperaba encontrar esto, de verdad. He conocido a un portugués que ha venido solo después de 5 horas de viaje, y te lo encuentras y no entiendes por qué ha venido. La gente te transmite algo que no puedo expresar"decía ante la Catedral al finalizar el encuentro.
Otro joven de Jaén, fue acogido en una familia de Sevilla. Hace muchos años que asiste a encuentros europeos. Al saber del encuentro de Sevilla se plantearon desde la delegación de juventud de Jaén, poder participar. "Lo que más me impresiona de los encuentros es cómo la gente abre sus casas para acoger a jóvenes que no conocen de nada”.“Ha sido como un sueño, nunca hubiéramos pensado que se pudiese hacer un encuentro en Andalucía. Estamos muy contentos".
"¿Qué me llevo del encuentro? – aguarda en silencio unos segundos, suspira y dice: “Trabajo. Por que hemos pasado tres días muy bonitos, pero hay que profundizar, volver a casa y llevar algo de las cosas que hemos vivido en nuestro día a día. En la escuela, en la parroquia, en nuestros grupos ..."