Noticias de las pequeñas fraternidades provisionales
Las pequeñas fraternidades provisionales están siendo desde 2014 una experiencia muy enriquecedora, para las comunidades que las acogen, las parroquias, los lugares de solidaridad y los jóvenes que han vivido esta aventura espiritual. Por ello, nos alegra poder continuar proponiendo esta experiencia. La vida se desarrolla al ritmo de las tres oraciones comunes diarias, el trabajo pastoral y social con las comunidades cristianas locales, visitas a personas aisladas o en dificultad, animación de oraciones abiertas a todos y encuentros con jóvenes. En esta página se publicarán regularmente noticias de estas pequeñas fraternidades provisionales.
Sumy (Ucrania) – febrero/marzo 2016

Del 21 de febrero al 21 de marzo, Lenka (República Checa), Rafaela (Suiza) y Mira (Alemania) han vivido en una parroquia católica en Sumy, en Ucrania. Al comienzo de su experiencia escribían:
Este país es verdaderamente diferente a todo lo que conocíamos, ¡pero estamos tan contentas de esta oportunidad para descubrirlo! Las personas son muy abiertas y cálidas con nosotros. Vamos conociendo también la situación difícil que está atravesando Ucrania. Muchas personas están sin trabajo, a veces también sin hogar. Dos veces por semana cocinamos para ellos. Estamos impresionadas por el optimismo de la gente. Pero algunas personas nos hablan también de la guerra y de miembros de su familia que han muerto.
Hemos visitado a un anciano invidente, para ayudarlo con las tareas del hogar, y nos invita a regresar. Nos asombra su fe. Para él, dar su confianza es fuente de vida. En él vemos una luz interior. Su nombre es Ishtvan.
Más tarde, añadían:
Hemos compartido una oración con muchos parroquianos y africanos. Hemos conocido también a algunos soldados de Donetsk, una experiencia fuerte.
Rafaela escribió de nuevo:
¡Hemos conocido personas tan acogedoras! Algunas veces me he preguntado cómo iba a desarrollarse todo, pero al final todo ha acabado siempre bien, como si estuviéramos guiadas por Dios. Las oraciones cotidianas nos han ayudado a encontrar la calma y a afrontar las preguntas. Ha sido duro despedirse. No me imaginaba hasta qué punto me iba a gustar esta experiencia, conocer a tantas personas interesantes y sentirme como en casa en Ucrania. Aunque irnos ha sido difícil, esta estancia en Ucrania me ha dado una fe renovada, fuerza y motivación para mi vida.
Oksana, que había organizado en Sumy la acogida de la pequeña fraternidad provisional, escribía después de su partida:
Entre las actividades de las jóvenes ha habido muchas tareas solidarias, como cocinar, distribuir comida a las personas sin techo, visitar personas de edad enfermas... Por supuesto dedicamos una velada a la presentación de Taizé.
Estamos todos de acuerdo en que esta fraternidad provisional ha sido una experiencia inolvidable. ¡Así que nos gustaría invitar a otros voluntarios para la Cuaresma del año que viene!
Grzybow (Polonia) – febrero/marzo 2016

Katia, Julia y Josy han vivido en pequeña fraternidad provisional de jóvenes desde mediados de febrero hasta mediados de marzo, en Grzybow, en Polonia, acogidos por la parroquia y la comunidad rural Zierno:
Era importante para nosotras poner las oraciones cotidianas en el corazón de nuestra fraternidad. Junto a nuestros huéspedes Ewa y Peter, había otra participante habitual: Magda, una joven del pueblo, que venía cada mañana. Y aunque había algunos problemas con la comunicación en inglés, se quedaba a menudo a tomar un té o nos invitaba a ir a casa de ella y de su marido. Era un desafío cantar en polaco, pero queríamos que la oración fuera accesible para el mayor número de personas posible.
Nuestras actividades sociales en sí no eran nada espectaculares. Pero para las personas a las que hemos ayudado, eran importantes. Por ejemplo ayudábamos a una mujer, con limitaciones a causa de una discapacidad, a hacer sus compras y a visitar la tumba de sus padres. Y aunque no hablaba ni alemán ni inglés, y nosotras no hablábamos polaco, la comunicación fluía. Quizá porque se trataba de una señora muy abierta y curiosa.
Ewa, que acogió a la pequeña fraternidad en Grzybow, escribe:
Expliqué a las jóvenes que las oraciones que ellas animaban eran para mí como alas que me ayudaban a afrontar los retos y los problemas cotidianos...
Gyongyosoroszi (Hungría) – febrero/marzo 2016

Stephan, Javier y Timothy fueron acogidos como pequeña fraternidad provisional en Gyongyosoroszi, en Hungría, en la casa de las hermanas del Buen Pastor, de mediados de febrero a mediados de marzo. El pueblo se caracteriza por su población gitana.
Stephan escribe:
En el pequeño pueblo de Gyongyosoroszi hemos encontrado una cultura muy diferente a nuestros estándares europeos. Y sin embargo compartimos el mismo continente desde hace siglos. El pueblo gitano zíngaro es nómada, y por ello viven en un mundo y una sociedad completamente diferentes a los nuestros. Valoran las cosas materiales de manera diferente.
Javier añade:
En la escuela de educación primaria hacíamos reír a los niños, jugamos juntos. Y los adultos también están conmovidos por nuestra presencia. Quieren contarnos hasta qué punto es dura su misión pedagógica. Los profesores son todos húngaros y los estudiantes son todos, sin excepción, gitanos. Todos los escolares húngaros van a otro colegio. Parece que los niños no se sienten afectados por esta situación, pero algunos jóvenes comienzan a mostrar signos de frustración. Una abuela nos contaba hasta qué punto esta separación estaba presente en su vida, incluso cuando, el domingo, va a la iglesia...
Timothy:
Ayer tuvimos la gran alegría de ser invitados por Katti y su numerosa familia. Al placer sencillo de una buena comida se añadió la felicidad de que una invitación como esta haya sido posible. Cuando hace diez días les expresábamos a las hermanas nuestro deseo de compartir una comida con los habitantes del pueblo, ellas pensaban que no era posible.
Stéphane :
Nosotros, los tres, nos hemos sentido hechos para vivir una pequeña fraternidad provisional como esta. No eramos similares, pero las diferentes experiencias de vida y de fe, las tres culturas ligeramente diferentes de nuestros países, e incluso nuestras voces para cantar, han convertido nuestra experiencia en algo más rico de lo que nunca imaginé. No ha estado exento de dificultades y en ocasiones hemos tenido discusiones acerca de cómo o qué hacer. Pero era bueno para nosotros saber que había como una base común sobre la cual podíamos vivir.
Roma (Italia) – febrero/marzo 2016
Durante la Cuaresma de 2016, coincidiendo con el Año Santo de la Misericordia, Xiaoxia (de China), Johanna y Franziska (de Alemania) y Dominika (de Polonia) viven en una pequeña comunidad provisional en la casa de las hermanas Canossianas en Roma. Junto a algunos hermanos de la comunidad, animan dos veces al día una oración meditativa con cantos de Taizé, en la iglesia de San Giovanni Battista de’ Fiorentini. Colaboran asimismo en un comedor de Cáritas, sirviendo comidas a personas sin techo, desempleados y refugiados.
Calais (Francia) – febrero/marzo 2016

Petr y Tomasz, dos voluntarios de Taizé, estarán en Calais durante algunas semanas. Este es su primer mensaje, con noticias sobre su vida allí y su trabajo en el campamento de los migrantes.
« Nos encontramos en la casa “Maria Skobsova”, al final de nuestro segundo día en Calais. Marie y Adam nos han atendido muy bien y hemos compartido un buen rato juntos. Intentamos organizar oraciones comunes en la casa, y sobre todo en la Jungla. Hemos ayudado a distribuir 350 comidas en la cocina conocida como “Belga”.
El martes nos preocupa a todos, debido al ultimátum de evacuación y de destrucción de la mitad del campamento, donde se encuentra también “nuestra” iglesia ortodoxa de San Miguel Arcángel. Este ultimátum se ha lanzado ya anteriormente, sin haberse llevado a cabo, pero la gente tiene miedo, por supuesto. Os rogamos que oréis por esto.
Hace algún tiempo, algunas caravanas de voluntarios del campamento fueron atacadas, algunas fueron quemadas. Afortunadamente, no había nadie durmiendo en ellas en ese momento.
Para nosotros, la primera impresión ha sido muy fuerte... Lo peor ha sido ver a niños en el campamento... y familias con bebés... ¿Se trata de un signo de esperanza? Al mismo tiempo, los padres están agotados.
Aprovechamos todas las oportunidades para conversar con todos en el campamento, por todo tipo de razones... Uno quiere una crucecita, otro necesita algún material... Pero la mayor parte de las personas quieren hablar de su día a día, de lo que sucederá el martes etc.
Cuando nos íbamos hoy de la Jungla, un coche se detuvo en medio de la carretera y algunas mujeres musulmanas con hijab nos dijeron que habían dejado para nosotros en la iglesia una caja con Biblias en inglés...»
Oporto (Portugal)
Durante el mes de enero, Rita (Irlanda), Cecilia (Italia) e Ina (Alemania) vivieron en pequeña fraternidad provisional de jóvenes en Bonfim/Oporto. Estas fueron algunas de sus experiencias.
¿Por qué estoy aquí? No puedo hablar su idioma y nadie entiende mi inglés porque “hablo muy deprisa y con un acento raro”. No canto bien, ¡no sé muy bien lo que pasa! ¿Por qué estoy aquí? Entonces esta invitación vuelve a mi memoria: es suficiente con que estés allí, junto a las personas y orando tres veces al día – es todo.
Se da un extraño fenómeno de interacción con las personas cuando no se habla la misma lengua. Esto no significa que no nos comprendamos. Sin una lengua común, sin los malentendidos que en ocasiones generan las palabras, sin esta tendencia a etiquetarnos unos a otros, llega un momento extraño y bello en el cual simplemente se está presente uno junto a otro. Sentimos que formamos parte de la misma familia a pesar de la barrera del idioma. (...)
La pequeña comunidad que rodea al sacerdote de la parroquia, el Padre Nuno, fue muy acogedora, muy cálida y atenta. Era patente que el sacerdote y todos en su casa estaban muy contentos de que estuviéramos allí. Nos lo transmitieron con muchos abrazos y sonrisas. Este entorno acogedor y sencillo nos ayudó a ser espontáneas y a ser simplemente nosotras mismas: fue esencial para construir la pequeña fraternidad provisional. Conseguimos encontrar un equilibrio entre nuestro espacio y el tiempo compartido con las personas de la parroquia. Vivíamos en una casa al lado de la del Padre Nuno, pero independiente.
Por las mañanas ayudamos en actividades sencillas de la parroquia: empaquetar, limpiar, tomar fotografías. Por las tardes acompañamos a personas ancianas, en un “centro de día”. Por las noches colaboramos en un proyecto que organizaba la recogida de restos de comida de los restaurantes para redistribuirlos a familias sin recursos.
El trabajo en el “centro de día” no tenía una finalidad práctica, no esperaban nada de nosotras, lo que hacía de esto una experiencia muy intensa y la convertía en auténtico servicio. Por nuestra parte, al principio teníamos algunas expectativas, como la de organizar actividades para conocer mejor a estas personas. Pero comprendimos enseguida que se trataba, sencillamente, de estar presentes y de compartir nuestro tiempo con estas personas mayores que a veces pasan todo el día sentadas en sus sillas y sofás. ¡Vivimos una oración maravillosa con ellas! ¡Fue un momento de armonía pura y de paz, y querían que se repitiera! ¡Nos sentimos tan agradecidas por haber podido compartir esto!
El proyecto del “banco de alimentos” era magnífico. Lo más bello era la combinación de personas que trabajaban en él, los que acudían al banco, cada uno con su propia historia personal. Trabajaban en pequeños grupos, diferentes cada día, cada uno con su sistema y su personalidad.
El viernes 29 de enero organizamos una vigilia, desde las 9h de la noche hasta las 9h de la mañana. Muchas personas participaron en ella y la capilla estuvo llena durante varias horas. ¡Se hacía una oración cada hora, y el resto del tiempo estábamos en silencio! Nunca lo hubiéramos imaginado, ¡fue maravilloso!
No siempre fue fácil pasar tanto tiempo juntas. Es normal que haya tensiones y malentendidos. Los resolvimos, pese a nuestras diferencias. La vida en común es un reto, en cada vida en común es inevitable que haya días más difíciles que otros. ¡Pero se compensan con tantos momentos bellos y ligeros!

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