Hermano Alois 2008
Llamada a la reconciliación de los cristianosCuando partió de Ginebra en 1940 para ir a fundar la comunidad de Taizé, al hermano Roger le movía esta intuición: para que los cristianos sean fermentos de paz en la humanidad, no se debe dejar para más tarde una reconciliación entre ellos. Años después, describía así su caminar: «Marcado por el testimonio de vida de mi abuela, he encontrado a través de ella mi propia identidad de cristiano al reconciliar en mí la fe de mis orígenes con el Misterio de la fe católica, sin ruptura de comunión con nadie.» Este camino que hermano Roger ha abierto es delicado, exigente, nosotros no hemos terminado de explorarlo. En Cristo nos pertenecemos unos a otros. Cuando los cristianos están separados, el mensaje del Evangelio se hace inaudible. ¿Cómo responder a los nuevos desafíos de nuestras sociedades, especialmente el de la secularización y del entendimiento entre las culturas, sin reunir los dones que el Espíritu Santo ha depositado en todas las familias cristianas? ¿Cómo transmitir a todos la paz de Cristo si nos mantenemos separados? No perdamos ya tantas energías en oposiciones entre cristianos, ¡a veces incluso en el seno de nuestras confesiones! Encontrémonos más a menudo en presencia de Dios, en la escucha de la Palabra y en la alabanza : Una vez por mes o por trimestre, Invitemos a los habitantes de nuestras ciudades, de nuestros pueblos o nuestras regiones a una « vigilia de reconciliación». [1] Para preparar esta vigilia, los jóvenes podrían ponerse en camino, ir hacia el otro, hacia la otra parroquia, el otro movimiento u otro grupo, e incluso invitar a jóvenes en búsqueda de fe. Crecerá entonces el deseo de hacer juntos todo lo que pueda hacerse. Lo que nos une es más importante que lo que nos separa: ¡dejemos transparentar esta realidad por nuestra vida!
[1] En el sitio-web www.taize.fr [http://www.taize.fr] (apartado «oración y canto»), se propone cada mes el esquema de esta vigilia, así como una meditación bíblica que pueda introducir a un compartir después de la oración. Obviamente, esta iniciativa no reemplaza la vida de oración de la parroquia. |