Los hermanos llegaron a Senegal a principios de 1993 por la invitación del cardenal Thiandoum, el entonces arzobispo de Dakar. La intuición de hermano Roger era que había que implantar una fraternidad en un país musulmán del África Negra (hay oficialmente sólo un 5 % de cristianos en Senegal), justo al mismo tiempo que las tensiones alrededor del Islam comenzaban apenas a sentirse en el mundo.
Los hermanos se instalaron en un gran barrio popular de Dakar para vivir allí su vida de comunidad, rezar, acoger y compartir. La acogida de los vecinos, al inicio obviamente un poco desconfiada, rápidamente se volvió calurosa y confiada. La casa se abre cada día a los niños del barrio para actividades complementarias a su escolaridad. Son ayudados por adolescentes, éstos a su vez acompañados en su formación. Los jóvenes también vienen para estudiar y reflexionar. Cuentan también con la presencia de mujeres que aprenden trabajos de costura encontrando luego, de esta manera, un salario.
Según el número y las capacidades de los hermanos, hay o hubo en la ciudad compromisos para con los refugiados y emigrados, así como también con los presos y marginados cero positivos (VIH), con una atenta preocupación para con los más despojados, los más o menos marginales.
En la Iglesia local, donde la acogida reservada para los hermanos es generosa, hay también compromisos como la organización de oraciones, una participación en la formación y un servicio arquitectural. Pero lo esencial permanece en la presencia en el barrio, la escucha y el apoyo ocasional para tantos problemas recurrentes de salud, trabajo… la supervivencia, sin más, en un tiempo en que, golpeados por las consecuencias de la crisis económica, los más frágiles están sin aliento.
La oración común es alimentada y estimulada por este arraigamiento en la vida diaria de la vecindad. También es sostenida por la participación fiel de muchos niños y algunos jóvenes y adultos cristianos del barrio.
Hacer la tierra habitable para todos, cerca y lejos, ahí tienes una bella página del Evangelio para escribir con tu vida. ...
Compartiendo, ¿eres tu de aquellos que con muy poca cosa hacen brotar la esperanza humana sobre la tierra?
Las Fuentes de Taizé