En un clima fraternal, el encuentro permitió evocar los grandes retos de la unidad de los cristianos, el testimonio ecuménico que Taizé lleva más de setenta años dando y el compromiso de los jóvenes por la paz y la justicia. Además, el hermano Matthew entregó al papa León un cuaderno con mensajes escritos por los jóvenes que actualmente se encuentran realizando una estancia prolongada como voluntarios en Taizé.
Esta audiencia marca una nueva etapa en las relaciones de confianza y diálogo entre la Iglesia católica y la comunidad ecuménica de Taizé, en la línea de las audiencias anuales entre los priores anteriores y los predecesores papas a lo largo de las últimas décadas.