¿Tenemos el derecho de ser felices cuando otros sufren?
El soplo de Dios en nosotros es una profunda alegría. Cuando somos felices, estamos en armonía con Dios. Sin embargo, cuando otros sufren, nuestra felicidad no va acorde con su sufrimiento. Por ello, el apóstol Pablo escribe: Sí, «con los que estén alegres, alégrense», aunque también: «con los que lloran, lloren» (Romanos 12, 15). En efecto, estamos hechos para la alegría, pero frente al sufrimiento de los demás, llorar es la forma de mantenernos en la verdad.
La felicidad puede herir a aquellos que no (...)
16 de febrero de 2009