La preparación desde septiembre
Desde septiembre, un equipo internacional formado por varios hermanos de Taizé, hermanas de San Andrés, y 15 jóvenes voluntarios de diversos países, estuvieron visitando y reuniéndose con gente de toda la región. En los 210 barrios se establecieron puntos de acogida, con frecuencia a través de la cooperación ecuménica. También se establecieron puntos de acogida en Estrasburgo mismo, en los alrededores de la zona urbana, y en muchos pueblos, tanto en la orilla francesa como alemana de ambos lados del Rin. Todas las iglesias de la región apoyaron el encuentro desde su origen.
Los voluntarios están preparados:
El jueves 26 de diciembre, 1500 voluntarios llegaron a Estrasburgo, dos días antes del comienzo del encuentro. Durante toda la mañana, recibieron las explicaciones, así como sus itinerarios y el trabajo que les correspondía hacer durante los dos días siguientes. Se les envió a las parroquias de la ciudad y de la comunidad urbana, que eran las únicas que podían acoger a estos jóvenes que llegaron pronto, antes de que el resto de jóvenes fueran acogidos por las familias anfitrionas.
El viernes 27, se forman los equipos de acogida en todos los idiomas, los diferentes coros empiezan a ensayar, se instalan las últimas de decoraciones en los lugares de oración, los equipos encargados de organizar la circulación de la gente y de distribuir la comida reciben todas las instrucciones importantes… es la víspera del gran día. Un dato importante: incluso antes de que llegara la gran multitud, las oraciones de ese día deben ser realizadas en un lugar más grande; una clara señal de la significativa participación de la gente de la región.
Aquí presentamos una selección de algunas reacciones de los voluntarios:
Aleksander (Lublin, Polonia)
La magia de Taizé consiste en que, aunque estás cansado del viaje, quieres participar en las oraciones, conocer gente nueva y experimentar la solidaridad entre los peregrinos. ¡Es una experiencia que recordaré durante un largo tiempo!
Gonçalo (Lisboa)
Cansado, pero con grandes esperanzas en este encuentro. Para mí, será muy enriquecedor tomar parte en los talleres, reencontrarme con viejos amigos, ¡y también hacer amigos nuevos!
Tomasz (Wroclaw, Polonia)
Me siento como si viniera a casa para asistir a un encuentro familiar. ¡Hay tanta amistad! ¡Tanta gente sonriendo, con caras alegres, el Espíritu Santo está presente en todas partes!
Mariana (México)
Florent (Francia)
Como resultado de todo ello, no tuve mucho tiempo libre, pero como dijo el Hermano Alois, “cuando facilitamos nuestra ayuda, nosotros mismos recibimos algo”. ¡Y es cierto que las sonrisas y la alegría de los peregrinos me dieron mucho y me animaron en lo que estaba haciendo!
Mary (Corea del Sur)
El gran compromiso de las parroquias locales:
La recepción del 28 de diciembre fue bien. Varios centenares de autobuses concurrieron en Estrasburgo durante toda la mañana. Los puntos de recepción abrieron a las 07:00 para dar explicaciones en más de 20 idiomas. Después, los participantes eran enviados a las 210 parroquias de acogida de Estrasburgo, sus alrededores y la región de Alsacia y Ortenau.
Tania (Ukraine)
Jürgen (France)
Babeth (Estrasburgo, Francia)
Nicolas (France)
Hospitalidad
Varias semanas antes de Navidad, ya estaba claro que todos los participantes podrían alojarse en casas privadas. El Hermano Alois deseó enfatizar su mensaje de agradecimiento:
Todos los jóvenes han podido ser alojados en familias. Mucha gente nos ha dicho, antes de irse, cómo les ha emocionado la calidez de vuestra acogida. El hecho de que miles de personas hayan abierto sus puertas a jóvenes que no conocían, en una época en la que, con frecuencia, tememos a los extraños, no hace más que subrayar la comunión de la iglesia y profundiza en el conocimiento entre gentes.
Aproximadamente 8000 personas o familias decidieron abrir sus puertas para acoger a los jóvenes. No sabían sus nombres ni sus países de origen por adelantado. Adrián, un joven seminarista de México que ha vivido en Estrasburgo durante tres años, dijo: muchos alsacianos se han dado cuenta de que estaban preparados para abrir su casa a extranjeros, y ésa ha sido, con frecuencia, una experiencia completamente nueva.
Philippe (Francia)
Artur (Polonia)
Me dejó sin aliento ver la unidad de la gente que estaba preparando el encuentro en mi parroquia de acogida. Los Católicos y los Protestantes trabajando juntos con un mismo propósito. Ésta es una imagen de la Iglesia que conservaré en mi corazón.
El reto de la logística
Por primera vez, la región que nos acogía era transfronteriza y bilingüe. Casi un tercio de los participantes fueron acogidos en Alemania, lo que comportó un mayor esfuerzo organizativo y a efectos del transporte: casi 15000 jóvenes viajaron cada día entre la localización central y las parroquias que les habían acogido, gracias a los 210 autobuses lanzadera que circulaban cada mañana y cada atardecer. Aún más, 6 tranvías y un tren a Colmar fueron puestos en funcionamiento especialmente para el encuentro.
Un video muestra el “ballet de los autobuses especiales” según van dejando Wacken.
En relación con las comidas, algunas cifras:
• 60.000 manzanas
• 90.000 mandarinas
• 140.000 galletas de entre 30 y 40 gramos
• 30.000 huevos hervidos
• 120.000 panecillos individuales
• 20.000 mini pretzels
• 1.200 kg. de té soluble instantáneo de limón, con los cuales se sirvieron 20.000 litros de té
• 600 palés de comida
Martine (Ameugny, Francia)
El programa
Cada mañana, había una oración en las parroquias y pequeños grupos para compartir; al mediodía, la oración común tenía lugar simultáneamente en cinco lugares; por la tarde, en unas 20 ubicaciones de la ciudad se celebraban diferentes talleres; en el atardecer, después de la distribución de la comida, la oración común tenía lugar en los mismos lugares que al mediodía, y la gente joven iba a un lugar diferente cada día.
Uno de los 48 talleres de la tarde, tuvo lugar en el Parlamento Europeo, en la gran sala, con representantes de diferentes países y 1550 jóvenes. Hubo diversos talleres relativos a los problemas a los que Europa se enfrenta, con presencia en Estrasburgo de diversas instituciones internacionales. Otros talleres resultaron muy populares, como los que tuvieron lugar en la sinagoga con el gran Rabino, o en la mezquita, donde hubo casi 2000 jóvenes.
La tarde del 31 de diciembre, los participantes se reunieron por países para tener una reflexión con un hermano, de modo que pudieron compartir, en su propio idioma, las experiencias vividas durante estos días, y reflejar los modos de continuar la peregrinación de vuelta en casa.
David (Francia)
Ivan (Zagreb, Croacia)
Al día siguiente, después de la oración de la tarde en la Catedral, participamos en un taller organizado en la cripta de la Catedral. Atraídos por la “gigantesca y delicada maravilla” que es el edificio, queríamos explorar su cripta, donde, de nuevo, disfrutamos de la música y la poesía de la región de Alsacia.
Las oraciones comunes:
Las oraciones tenían lugar simultáneamente en la catedral, en la Iglesia Reformada de San Pablo y en tres pabellones de Wacken, el centro de convenciones de Estrasburgo. Los tres pabellones tenían decoraciones diferentes, en concordancia con los siguientes tres temas:
• En Rhénus Nord, el Río Rin
• En Rhénus Sport, el jardín del claustro
• En el Pabellón 21, la Viña
Se podían encontrar cinco elementos adicionales en todos los lugares de oración:
• El Cristo de Wissembourg –una vidriera antigua de la iglesia de San Pedro y San Pablo en la ciudad, que representa la cabeza de Cristo.
• Proyección de un Rosetón (las dos iglesias tienen su propio rosetón)
• La luz de Belén
• El icono de la Amistad
• El icono de María
Es importante recordar que las cinco vidrieras del presbiterio de la Iglesia Reformada de San Pablo son obra del Hermano Eric de Taizé.
Hacia el nuevo año
La noche del 31 de diciembre, a las 23:00, los jóvenes se reunieron en sus parroquias de acogida para una vigilia de oración por la paz hasta la medianoche. Después de las tradicionales felicitaciones de año nuevo, se invitó a cada nacionalidad a que presentara a los otros algo de su cultura: una canción, una danza… Fue un poderoso momento de encuentro y un modo único de dar la bienvenida al nuevo año.
Qvinny (Países Bajos)
Tatiana (Ukrania)
Pierre (Francia)
Luego ellos marcharon por el mismo camino, dejando detrás, en nuestras comunidades mayores (ellos, que pensaban que habían venido sólo para encontrarse con jóvenes), un poquito de polvo de estrellas arrojado por su juventud, unas cuantas ventanas abiertas a través de las cuales el espíritu entró raudo para recordarnos que, 2000 años después, el evangelio todavía puede hacer que la gente se levante y empiece un viaje. Gracias a vosotros, peregrinos de confianza, gracias por este regalo que nos habéis dado, tal vez incluso sin daros cuenta de ello.